Ubicada en los márgenes del Alto Duero, en el corazón de Castilla, La Ribera del Duero tiene unas 11.300 hectáreas de viñedo repartidas entre diferentes municipios de las provincias de Burgos, Valladolid, Soria y Segovia.
La Ribera es alta, con una altitud media que supera los 800 metros. Tiene clima continental, con temperaturas extremas en verano y en invierno, propensión a las heladas y, muy a menudo, sufre largas sequías en los calurosos veranos.
La región está al limite del cultivo de la vid. Básicamente las únicas viñas que sobreviven son las situadas bajo la protección de las laderas del cauce del Río Duero, donde la variación de temperatura entre el día y la noche puede oscilar en verano de 32ºC durante el día a 6ºC la misma noche.
Todo esto estimula la producción de sustancias vitales que se transforman en color y aromas extraordinariamente intensos.
Generalmente, las viñas capaces de sobrevivir estas condiciones tan extremas producen vinos oscuros, profundamente aromáticos y excelentemente estructurados, con una gran concentración, estilo y longevidad. |